No hay nada más ridículo que una poetisa soberbia, que cree (orgullosa)dominar un arte tan complejo como el de la elección de las palabras y la transmisión de sensaciones.
¡Qué tonta! Pobrecita....
¡Que alguien venga a pincharle la nube sobre la que ella se ha posado cómodamente!
Mira desde las alturas, aquella analfabeta de la sensibilidad y del buen gusto...
¡Pobre idiota! Boludita....
Cortázar y Pizarnik se revuelcan en sus tumbas torbellinadas....
Hace 16 años