es
el ejercicio constante,
diario,
de sacarle (agregarle, exprimirle)
la belleza
a la vida ordinaria.
Lo que escribo
es malo por lo simple
y es bello por lo simple.
Es directo,
ordinario,
vulgar,
es fresco.
No me escondo
detrás de las palabras.
Eso seria traicionarme,
boicotear mi expresión
a través de ellas.
Yo soy lo que escribo
soy simple,
como una mano.
Vulgar,
como cualquier ser.
No puedo vivir sin escribir
Quiero vivir para escribir.
Porque escribir
es
compartir,
es
jugar...
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