jueves, 29 de julio de 2010

El margen del invierno

Tus ojos,
puros como cristales,
me atraviesan y me leen.
desnudando al ser
que en esencia soy
mas allá del tiempo y del mundo.

Recostados en la noche fría
los roces minúsculos
se tornaban contactos eternos.

Dos complejos sujetos
se convertían a la simpleza.

Hombre y mujer
unidos pero distantes
descansaban
mientras el viernes
comenzaba su marcha
con su ruidoso paisaje.

De pronto me descubrí
tan feliz en su compañía
que ahora me es imposible
renunciar a ella.

Muero por atacarte
como una fiera a una presa.
me contengo por no poder
protegerte de mi luego.

Entre nosotros nació
una primavera
en el margen devastador del invierno.

y el mundo se detuvo allí...

¿en qué momento la amistad nos abandona?

¿cuándo se derribó el muro que ahora nos permite
encontrarnos como sujetos nuevos?

¿cómo será poder amarte?

Desvanezco de ansiedad.
Tal energía me hace torpe
y se traduce en mis palabras fallidas
.

1 comentario:

Michelle dijo...

me gusto mucho este noto cierta ligacion con el anterior