de una apariencia estúpida, inocente,
terriblemente crédula...
(ella sabe bien que inspira eso en los demás)
insultan su inteligencia,
ella se enfurece de tal forma que
no lleva a cabo ninguna acción,
silenciando toda reacción
(ese atolladero de pensamientos de violencia e irracionalidad desbordantes pero que no desatan vendaval alguno)
es entonces cuando
su imbécil comportamiento
confirma su apariencia.
(con simulada calma que oculta estas cuestiones y otras,
ella sigue caminando por ahí con su feliz cara de idiota)
Hace 16 años
1 comentario:
muy bueno.
es que la inteligencia es necesaria como admirable, pero también instrumental, y por eso, apenas la puerta entreabierta para advertir lo poco sabio que uno simepre resulta. No poca sabiduría se gana entonces, con ver lo inútil de todo esto.
y la sonrisa será más dulce.
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